El Festival de cine fantástico de Madrid, Nocturna cerraba su segunda edición a lo grande con dos piezas de excepción. Por un lado se rendía un merecídisimo homenaje al maestro del Giallo, Dario Argento con la proyección de Profondo Rosso (con la impagable presencia del mismo). Y para cerrar el festival contábamos con la que seguramente fuese la película más esperada de la edición: La brutal The Raid 2.
PROFONDO ROSSO
Vivimos un momento cinematográfico en que parece que el revival del cine ochentero es carne de festivales y películas de bajo presupuesto. Sin embargo sentímos que esta moda impuesta por el crecimiento de la llamada generación del videoclub, no ha hecho justicía con ese subgénero del terror que es giallo italiano. Si bien es cierto que el género permanece vivo en las películas de Hélène Cattet y Bruno Forzani (Amer, L’ étrange couleur des larmes de ton corps) o en algunos videoclips de la célebre productora Canada, se tratan sobre todo de acercamientos estéticos, de corte autorial y al fin y cabo excepciones en las corrientes cinematográficas actuales. También encontramos referiencias al Giallo en nuevos cineastas españoles como Carlos Vermut y su opera prima Diamond Flash o Nacho Vigalondo con su próxima Open Windows. Pero debemos reconocer el talento que existe tras este género creado por Mario Bava pero cuyo máximo representante fue Dario Argento, el cual tuvo el honor de recibir el merecido premio a Maestro del Fantástico y nosotros de revisar junto a él una de sus películas más representativas de su cinematografía y también del Giallo. En Profondo Rosso encontramos todas las características del género como esa marcada tendencía por lo estético y lo formal en contraposición a la coherencia, en una históría de un asesino dónde no faltan los clichés piscoanalíticos y la violencia explícita. Es cierto que el film tiene un giro a lo sobrenatural en su último tercio, un gesto no muy habitual en el Giallo pero que Argento incorporó en este film para después también explotarlo más profundamente en su fantástica Suspiria. En el cine de Argento brillan con luz propía las mujeres, y en esta especialmente su musa y mujer Daria Nicolodi, llena de gracia y energía durante todo su metraje siendo sin duda el personaje más aplaudido por el público del Nocturna. Que decir de la increíble música del grupo de rock progresivo Goblin que junto al pianista Giorgio Gaslini consiguen una estupenda banda sonora que brilla con luz propia. Profondo Rosso, estrenada en 1975 hace ya casí 40 años, fue un referente para el género slasher y para la filmografía de otro gran genio del fantástico: John Carpenter.
THE RAID 2: BERANDAL
Gareth Evans es el genio que se esconde detrás de la que ya es una de las grandes sagas de culto del cine de acción y artes marciales: The Raid. Una gloría de la que es justa merecedora a base de mucha sangre derramada. Expectantes nos ha dejado con la incertidumbre de si The Raid se convertirá en una trilogía. Pero los que han disfutado de alguna de sus partes saben que lo que se cuece dentro de The Raid es una brutalidad. The Raid no son solo golpes y coreografías imposibles a una velocidad imposible y con una brutalidad inaudita. Detrás de eso aún hay más: Un manejo de cámara y sonido tan dinámicos y a la vez increiblemente precisos e imposibles que hacen de cada golpe que vemos encajar una experiencia dolorosa y estimulante a la vez. Olvidad los slow motion de Zack Snyder, Gareth Evans es todo velocidad, salvajismo (hasta llegar al gore) y planos imposibles. Da gusto ver a gente dirigiendo con tanto talento e ingenio. Y lo mejor es que todo lo visto en la primera parte aquí en su secuela queda bordado. Los que buscaban más historia que en la primera parte, encontrarán una buena trama de rivalidades familiares al más puro cine de Yakuzas. Más personajes y mejor trabajados, aunque el protagonismo sigue recayendo en Rama, ahora infiltrado en una familia que dirige el crimen de Jakarta. Y con más de dos horas y media de duración administrando muy bien el drama con la acción. The Raid 2 confirma el buen hacer de su predecesora y sin duda fue un fantástico broche final a esta segunda edición del Festival de Cine Fantástico de Madrid, Nocturna.