Una sección paralela del DocumentaMadrid es el ciclo Doble Mirada que se celebra en la Filmoteca Nacional situada en el Cine Doré. Una sección muy interesante dónde el festival proyecta dos títulos que tienen en común la misma historia, pero un film es una ficción y el otro un documental; dos puntos de vista sobre una misma historia. Una buena selección de títulos comerciales basados en hechos reales (o biopics) que también han tenido su oportunidad en el género del documental. La versosimilitud de la ficción es puesta a prueba por el punto de vista documental, dejando un resultado que más que competitivo resulta una gran combinación. Entre los títulos dónde había nombres como Gus Van Sant o Herzog, nosotros hemos escogido la extraña y curiosa propuesta por el género de terror para cerrar nuestro personal DocumentaMadrid ¿puede tener un género tan fantástico como el terror cabida dentro del género documental?
THE AMITYVILLE HORROR Y MY AMITYVILLE HORROR
The Amityville Horror, o Terror en Amityville como se llamó aquí, es un film de terror de 1979 dirigido por Stuart Rosenberg. Un director de oficio recordado por dirigir La Leyenda del Indomable y una larga trayectoria de series de televisión en los años 60 dónde destaca The Twilight Zone. El film cuenta la historia de la familia Lutz, que ha decidido mudarse a una vieja mansión de la población de Amityville dónde unos años se cometieron unos terribles asesinatos de toda una familia. A pesar de conocer los terribles hechos, los Lutz están decididos a comenzar una nueva etapa en su nuevo hogar. Pronto comenzarán a suceder extraños sucesos que irán influenciado en la estabilidad mental de sus miembros. Cuando el matrimonio Lutz se encuentre al límite y las vidas de sus hijos se ponga a juicio, se desvelará que la mansión se encuentra encantada por encontrarse sobre un antiguo cementerio indio. El film posee todos los clichés del subgénero de las mansiones encantadas y solo destaca el hecho de basarse en unos supuestos hechos reales. Siendo justos, el título tiene poco de horror y aun menos de terror, las escenas violentas o sobrenaturales se cuentan con una mano y su final profundamente blanco y que llega demasiado temprano terminan de rematar a un título dónde pesa más la leyenda que el propio título en sí.
¿Pero pudo ocurrir en realidad todo esto? Lo cierto es que lo sucedido en Amityville fue un acontecimiento social en los 70 y fueron numerosos medios de televisión de la época los que se hicieron eco de las llamadas de lo sufrido por la familia Lutz. 40 años después de los sucesos de 1974, el documental My Amityville Horror pone frente a la cámara a Daniel Lutz, el hijo mayor del matrimonio Lutz y testigo directo de todos los horrores que sucedieron en la mansión. Daniel no tiene reparos en afirmar que todo lo que vio en las distintas películas que relataron lo ocurrido en su infancia se quedan cortas con la realidad acontecida. Posesiones, sucesos paranormales, ataques y fantasmas pueblan sus experiencias. Pero tras su faceta fanática y de una violencia adormecida, encontramos a una persona con verdaderos problemas. Es difícil delimitar cuanta verdad existe en las palabras de Daniel y cuanta influencia ha tenido la explosión de prensa amarilla con la que ha crecido creando un monstruo al que no tiene más remedio que creer. Cuando Daniel es preguntado por usar un polígrafo para verificar la veracidad de sus sorprendentes declaraciones, la violencia durmiente en él despierta y se muestra amenazante, como un animal arrinconado. No golpea pero enseña los dientes. Su vida problemática y sus exageradas actuaciones hacen suscitar que quizás Daniel busca aprovecharse de la fama recibida por el boom de Amityville. «El chico de Amityville» se llama a si mismo con una sonrisa. Una fama que sus hermanos han rechazado en todo momento. El documental esta dirigido con más oficio que intenciones por un joven Eric Walter al que le supera la inexperiencia. La máscara expuesta de Daniel acaba dañando la imagen completa del documental que no es capaz de sacar conclusiones claras ni acertadas. Quizás como anécdota curiosa para los amantes del género del terror, es que el documental cuenta con las declaraciones de la autentica Lorraine Warren, a la que recordarán por ser una famosa parapsicóloga protagonista de la saga Expediente Warren.