La explosión del género superheróico es ya una de las señas que darán identidad a la década en la que vivimos. Lo que empezó tímidamente con títulos muy accesibles y poco atrevidos, acabo convirtiéndose, gracias al esfuerzo de Marvel y Disney, en un modelo de negocio tan rentable que se ha convertido en el molde a imitar por toda la competencia. La clave del éxito de Marvel fue crear un universo personal y correlacionado entre sus títulos que se autonutre a sí mismo con cada película estrenada. Pero además han demostrado que en el cine de superhéroes se puede adaptar el mundo del cómic sin tapujos ni prejuicios y sin que parezca ridículo o infantil. Esto les ha valido el reconocimiento de toda una generación que ya dejaron muy atrás esa adolescencia sumergida en paginas de historietas imposibles de adaptar. No es de extrañar que un género tan rentable no tardará en llegar a la producción audiovisual de nuestro país. Zeta Cinema, la división cinematográfica del emblemático Grupo Zeta, se ha dispuesto a crear también su propio universo cinematográfico basado en los «tebeos» de toda la vida. Anacleto, Agente Secreto es su último film, pero disimuladamente ya han estrenado Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo y también Zipi y Zape y el Club de la Canica, y esto prometen es solo el principio. ¿Pero que más similitudes guarda Anacleto con el cine de superhéroes?
Anacleto, Agente Secreto está dirigida por Javier Ruiz Caldera, autor de grandes taquillazos como son Tres Bodas de Más o Spanish Movie. ¿Que aporta un director como Caldera a un título como Anacleto? Frescura. Mucha y muy necesaria. Porque afrontemos que Anacleto es un título que de primeras produce bastante pereza o rechazo. El personaje vio la vida en 1965 por lo que a los nacidos en los 80 ya se nos antojaba poco atractivo en nuestra juventud dónde preferíamos devorar la explosión del cómic norteamericano. Recuperar ahora un personaje recordado sólo por los nostálgicos no pintaba demasiado bien, y es ahí dónde el papel de Javier Ruiz Caldera resulta vital para el proyecto. Las influencias de Caldera provienen del cine norteamericano de los 80 y 90 que sumado a las intenciones del proyecto de Zeta Cinema, han provocado que Anacleto termine siendo una muy entretenida y divertida película que homenajea al género de espías y también al actual cine de superhéroes. Un Kingsman pasado por supuesto por el filtro nacional. Pero sin tocar el humor casposo que ofrecen otras parodias de nuestro cine. Ahí se agradece mucho el trabajo de sus guionistas Pablo Alen, Breixo Corral y Fernando Navarro, que han elaborado una historia de acción y humor muy limpia que aunque plagada de clichés termina resultando muy divertida en su resolución. Incluso el film se marca varios momentos con bastante (y bien rodada) violencia y hasta una pirueta narrativa otorgando el papel de villano a Vázquez, el creador original del personaje de Anacleto. La dirección de Caldera hace el resto, ofreciendo mucho dinamismo a la historia.
El otro elemento potencial de Anacleto es su reparto. ¿Imanol Arias de regreso al cine? Sí. Y a lo grande. Sorprende ver a un actor que había quedado tan encasillado en su papel de la serie televisiva Cuéntame, reinventarse a si mismo dando vida al agente secreto Anacleto de una manera tan carismática y personal. Imanol desborda chulería y clase como agente secreto, y a pesar de que quizás nunca dejemos de ver al Imanol de siempre, se agradece este cambio de registro que revalida su talento como actor. Quim Gutierrez es el otro peso pesado del reparto de la película. El joven actor se mantiene en sus tics e interpretaciones habituales que le han valido la fama, aunque nosotros esperamos ya un cambio de registro que confirme su talento. Sin embargo, y aunque ya no sorprenda a nadie, el gran personaje tapado de la película es Berto Romero como el friki Martin. El personaje ideado como respiro cómico para la historia resulta un total acierto en manos de Berto que le ofrece una espontaneidad tan vital que resulta refrescante. Alexandra Jimenez como novia del personaje de Quim Gutierrez y Carlos Areces interpretando al villano Vázquez siguen demostrando el enorme potencial de su generación.
Pero no todo son luces en la película de Anacleto, también encontramos algunas sombras en su producción. A pesar de que el resultado general es bueno, encontramos el film un poco limitado en cuanto a localizaciones. El film queda algo congelado en escenas como el edificio de Correos, el garaje dónde inesperadamente se libra la batalla final, o el desierto que simula ser un país árabe resultan demasiado recurrentes en un film que debería presumir de medios. También algunas resoluciones de guión resultan cuestionables, pero no empaña que el resultado final sea más que decente partiendo de las bajas expectativas con las que nace un proyecto así. Al igual que el cine de superhéroes, Anacleto no busca trascender en nuestra existencia y sí hacernos pasar un buen rato. Y lo consigue. La siguiente parada de este universo cinematográfico de los tebeos de toda la vida será Superlopez, también bajo la dirección de Javier Ruiz Caldera. A nosotros nos han convencido para estar atentos al proyecto.