Con su quinta jornada comienza la segunda semana del DocumentaMadrid. A pesar de haber pasado unas jornadas muy fuertes en cuanto programación, nos alegra ver que la calidad de los films no decae. Tampoco lo hace el público que asiste a la cineteca de Madrid y que sigue agotando entradas para pases como Virunga, una de nuestras seleccionadas para nuestra jornada junto con La casa de mi padre y Desde que el mundo es mundo.
La casa de mi padre es el documental de Francina Verdés Oliva con el que intenta mitigar sus demonios familiares generados por las tradicion hereditaria que desea legar su padre. Francina no comparte la tradición del heredero único traspasada generación en generación al primer hijo varón, sin que este pueda compartirlo con sus hermanos. Un conflicto que provoca heridas entre hermanos a veces insanables. Francina perpleja ante los sentimientos que ve en sus hermanos y que también se generan dentro de ella, decide partir a Cantabria en busca de familias que sigan también la tradición del heredero único. A través de las experiencias de otras familias, Francina busca entenderse un poco a si misma y debatir ante la moralidad de sus pensamientos a veces bastante duros. Un diario intimo y muy personal, que llega a cautivar por la sinceridad de su directora y la desnudez a la que somete sus pensamientos. Un gran acierto es acompañar la narración del documental con imágenes de ritos funerarios de Cantabria dotando a La Casa de mi Padre de una sobriedad única.
Congo, Parque natural de Virunga, actualmente. Este sería el tagline de este documental que tiene a Netflix detrás y con producción de Leonardo DiCaprio, ferreo defensor del medio ambiente de todo el mundo y que ha conseguido emocionar a toda la sala Azcona en su visionado dentro del DocumentaMadrid. Orlando von Einsiedel, su director, nos mete de lleno en el Parque nacional en pleno conflicto con los radicales del M23, y nos muestra con cámaras ocultas los sobornos y las intenciones de los que estan metidos en política y ceden a las propuestas de los radicales, nos presta los ojos de Mélanie Gouby, una joven periodista de guerra que esta decidida a mostrar la realidad al mundo. Y entre tanto, cuatro jóvenes gorilas que viven refugiados junto a sus cuidadores de los peligros que acechan este centro natural protegido por la unesco veran como su tranquilidad se desvanece. Las imágenes hablan por si solas: el terrible daño que esta causando la caza furtiva en el parque, por ejemplo; o la tensión y los ataques del M23, las declaraciones de los mismos trabajadores de la empresa británica Soco (petrolera que amenazaba con perforar en el parque) que consigue Gouby son espeluznantes en cuanto la frialdad con la que tratan los sentimientos locales hacia el patrimonio. Técnicamente, además, se nota que estamos delante de una gran producción, que ha recibido un apoyo económico importante para ser realizado y que se ha planteado más alla de un mero documental. Virunga es una obra testigo de la crueldad humana hacia la naturaleza, hacia especies como la de los gorilas de espaldas plateadas que pueden llegar a morir si no se lucha por su habitat, hacia la cordura y el sentido común de las empresas que priman la avaricia y el capitalismo además de ser un canto sincero y emotivo sobre las relaciones entre cuidadores y animales en un lugar donde la lucha por mantenerlo vivo es el día a día de los protectores. Muy recomendable.
DESDE QUE EL MUNDO ES MUNDO