Desde hace algunos años las películas de Found Footage, o de metraje encontrado, se encuentran en un periodo de caducidad muy dañino para el género que inauguró Ruggero Deodato con Holocausto Canibal (1980). Sin embargo no fue hasta El Proyecto de la Bruja de Blair en 1999, cuando comenzó realmente a convertirse en un revulsivo comercial. Tras una explosión de títulos explotando este género, llevamos desde V/H/S (2012) y V/H/S 2 (2013) sin encontrar propuestas interesantes que no pecasen de ser repetitivo y poco innovadoras. Justamente en V/H/S encontramos al duo creativo formado por Adam Wingard y Simon Barrett (The Guest, Tu eres el Siguiente) responsables de esta revisión de la Bruja de Blair. El duo se ha convertido con sus últimos trabajos, en uno de los valores más interesantes del terror actual, por lo que resultaba muy atractivo ver que podían ofrecer a la exitosa pero abandonada saga. Pudimos ver el film en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges y os la valoramos:
Blair Witch comenzó a producirse en secreto bajo el nombre de The Woods aunque el proyecto se negoció con Lionsgate desde el estreno de V/H/S 2 en 2013. La noticia de que The Woods se trataba en realidad de una secuela de El Proyecto de la Bruja de Blair, fue desvelada en la Comic-Con de 2016 cuando el film estaba ya terminado, y así evitar cualquier influencia o reacción de internet sobre el producto final.
Blair Witch nos devuelve a los bosques de Burkittsville dónde el hermano de una de las protagonistas de la película original encuentra un video reciente dónde aparece su hermana viva. El hermano se junta con varios amigos para regresar al bosque armados con cámaras y buscar la famosa cabaña dónde terminó El Proyecto de la Bruja de Blair, que jamás ha sido hallada en las sucesivas búsquedas de los jóvenes desaparecidos. Por supuesto el grupo de amigos serán tan ingenuos como cabía esperar, pensando que a pesar de lo sucedido hace años, a ellos no les va a pasar nada, para después convertirse en las nuevas víctimas de la Bruja de Blair. Adam Windgard y Simon Barrett optan por construir un film que calca la estructura original de la primera parte, ofreciendo una narración muy similar e igual de caótica. Cada uno de los personajes tiene una o varias cámaras por lo que vamos saltando de punto de vista según convenga a la narración. El film no sorprende en ninguno de sus aspectos, y solo aterra en el abusivo uso de los cortes de audio e imagen para realizar transiciones entre las escenas. Muy cuestionables resultan las decisiones de usar un dron como cámara para aportar absolutamente nada. O el esfuerzo de internar realizar una película circular que juega con el espacio tiempo, sin que esto llegue a ser explotado de una forma en que hubiese sido más estimulante. La película toma el mismo camino y las mismas decisiones narrativas que la película original, convirtiéndola en poco más que un remake y no una secuela que refrescaba la franquicia como nos habían vendido. ¿Pero era necesario realizar un remake de El Proyecto de la Bruja de Blair? El film original resultó un revulsivo para el cine de terror, pero Blair Witch ofrece lo mismo 17 años después, en un momento en que la audiencia y la crítica se ha cansado de ver el mismo found footage repetido en un film una y otra vez. Esperábamos mucho más del duo Wingard-Barrett, pues sus películas a pesar de ser revisionistas del género, siempre lo hacían desde la frescura, y Blair Witch resulta en muchos aspectos caduca e innecesaria.
Blair Witch es una película fallida en muchos aspectos y toda una decepción para los seguidores de Adam Wingard y Simon Barrett. Casi hubiéramos preferido que la franquicia de la Bruja de Blair siguiera archivada en un cajón y que The Woods hubiera buscado ser un autentico revulsivo para el found footage. Un género que con esta Blair Witch vuelve a quedar en total evidencia y necesitada de una urgente salvación.